Con motivo del día mundial contra el cáncer hemos contactado con el equipo de oncología de La Roche-Posay para entender bien la importancia que tiene la atención dermofarmacéutica en el cuidado y seguimiento del paciente oncológico.
Cada año se aprecia un aumento en el número de nuevos casos de cáncer diagnosticados en España. En el 2020, según datos de la SEOM, se esperaba alcanzar una cifra cercana a los 280.000 nuevos casos, lo que significa una media de 13 pacientes oncológicos nuevos por farmacia. Con estos números, parece razonable que desde la oficina de farmacia se ofrezca una atención farmacéutica adecuada y útil para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
¿Cuál es la clave para poder llevar a cabo esta atención farmacéutica al paciente oncológico desde la OF?
La Formación. La formación es de vital importancia para el conocimiento y la adecuada atención a todos los pacientes en general que acuden a nuestras farmacias, pero si cabe aún más en lo que a pacientes oncológicos nos referimos; ya que tienen muchas dudas sobre lo que debe y puede hacer durante toda su enfermedad.
El compromiso de La Roche-Posay con la formación a los profesionales farmacéuticos nos llevó a diseñar unas jornadas específicas de formación presencial y/o virtual para los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, donde ampliamos cada uno de los aspectos de la atención del paciente oncológico; desde las actualizaciones en las terapias oncológicas, pasando por el cuidado dermofarmacéutico y psicológico del paciente, técnicas y uso del maquillaje corrector para disimular los diferentes efectos secundarios que provocan las terapias oncológicas y por último, ayudarles a implantar este nuevo servicio de atención al paciente oncológico en el punto de venta.
¿Pero cuáles son esos efectos adversos y qué papel juega el farmacéutico en la mejora de estos?
2 de cada 3 pacientes sometidos a un tratamiento oncológico pueden sufrir efectos segundarios derivados de esos tratamientos, tales como Xerosis (piel seca), Rush Cutáneo, fisuras palmo plantares… y en el caso de estar sometiéndose a radioterapia, también puede aparecer radiodermitis.
La calidad de vida del paciente pasa por el control de síntomas físicos y psicológicos causados por la enfermedad y los tratamientos, afectando emocionalmente al paciente, aumentando su irritabilidad, su ansiedad, su enfado, sus inseguridades, etc.
Por lo tanto, es muy importante, contar con profesionales de la salud que les aconsejen qué pueden hacer, qué soluciones existen, cómo se pueden cuidar, qué medios tienen a su alcance… y es allí donde la oficina de farmacia cumple una labor vital en el día a día de este colectivo.
Un ejemplo claro de ello es el papel clave que juega la OF en la recomendación del uso de productos dermocosméticos adecuados y testados en pacientes oncológicos, antes durante y después de los tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes sometidos a terapias oncológicas.
¿Qué implica que un dermocosmético este testado en esta tipología de pacientes?
Cuando decimos que un producto ha sido testado en pacientes oncológicos esto implica que el dermocosmético terminado ha sido sometido a ensayos en pacientes oncológicos supervisados por profesionales científicos cualificados para confirmar con el resultado del estudio la tolerancia, eficacia y seguridad de estos.
En el año 2008 en nuestro centro hidrotermal reunimos a un grupo de expertos formados por dermatólogos, oncólogos y farmacéuticos (ESKIMO group), para entender mejor los efectos adversos cutáneos derivados de los tratamientos oncológicos; analizando e identificando las necesidades cosméticas de los pacientes y así, poder proponer recomendaciones y cuidados perfectamente adaptados a las necesidades de la piel como se recoge en los materiales elaborados por este equipo.
Este grupo de expertos realizaron diferentes estudios clínicos observacionales, multicéntricos, con el fin de evaluar la eficacia y tolerancia de los productos dermocosmético en la mejoría de los efectos secundarios derivados de los tratamientos; y fruto de ello se elaboró un vademécum de productos de La Roche-Posay que cumplen con los requisitos de tolerancia, eficacia y seguridad que deberían cumplir los dermocosmético utilizados en pacientes oncológicos.
Adicionalmente a las iniciativas que la marca realiza a nivel internacional, en España se ha firmado un acuerdo de colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), por el que colaboramos con su iniciativa Amigos del CNIO destinada a la financiación de proyectos de investigación contra el cáncer, y que afianza nuestro compromiso con la investigación oncológica.
¿Y cómo se acerca esta investigación a los pacientes?
La Roche-Posay mantiene estrechas colaboraciones con asociaciones de pacientes de ámbito local y nacional; tales como: AECC – GEPAC – FECEC – PICAM – ONCOVALLES, y muchas otras; realizando sesiones formativas; talleres de maquillaje corrector; participando como ponentes en diferentes congresos de pacientes; entrevistas y reportajes para las revistas de dichas asociaciones.
Otra manera de acercarnos a los pacientes es a través de las denominadas Unidades del Cuidado de la piel.
Las Unidades del Cuidado de la piel son espacios físicos que se encuentran ubicados en hospitales públicos y privados de todo el territorio nacional. La finalidad de estas unidades es aconsejar y orientar apropiadamente sobre los cuidados básicos de la piel que debe seguir un paciente oncológico, antes, durante y después de los tratamientos. Para todos aquellos pacientes que lo requieren, se les proporciona formación en maquillaje autocorrector, donde buscamos disimular o enmascarar una patología de base. A estas unidades acuden pacientes derivados de los servicios de Dermatología, Pediatría, Cirugía Plástica, Ginecología, Unidad de quemados, Oncología Médica y Oncología Radioterápica.
Estas unidades se encuentran dentro del programa de Responsabilidad Social Corporativa de La Roche-Posay, pero esta iniciativa no es la única que se centra en el paciente oncológico.
A finales del año 2020, La Roche-Posay llevó a cabo una acción solidaria el #PinkOctober, nuestra primera colección de lacas de uñas 100% solidarias, diseñadas por dos heroínas en la lucha contra el cáncer: Maribel Granados (@mepidolavida) y Cristina Inés Gil (@mamasevalaguerra). El 100% del beneficio de la laca de uñas diseñada por Maribel irá destinado a GEPAC (Grupo Español de Pacientes con Cáncer) y el 100% del beneficio de la laca de uñas diseñada por Cristina irá destinado a la Fundación Aladina.
Sin duda alguna, nuestro objetivo como marca es intentar mejorar la calidad de vida de las pieles sensibles y, especialmente, la del paciente oncológico, informando a todos y cada uno de ellos sobre cuáles son las medidas que debe realizar en su día a día para cuidar su piel y mejorar su calidad de vida, pero siempre con información veraz, útil, y con evidencia científica.
En cosmética, y especialmente en cosmética oncológica ¡NO TODO VALE!
