Coincidiendo con la conmemoración, el 25 de septiembre, del Día Mundial del Farmacéutico, el Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra ha organizado la VI Jornada de Nutrición bajo el lema “Nutrición y edad avanzada: Intervención del farmacéutico”. En la sede de Vigo del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra se han dado cita profesionales que, a lo largo de las cuatro sesiones en las que se ha dividido el programa de la Jornada, han tenido ocasión de ampliar sus conocimientos en diversos aspectos de la nutrición de personas de edad avanzada y el papel que el farmacéutico puede desempeñar para contribuir a detectar problemas de malnutrición y de esta manera mejorar y hacer más saludables los hábitos de vida de los mayores.
La presentación de la Jornada estuvo a cargo del vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, Ignacio Sánchez. En su intervención destacó que, además de ser proveedores de salud en el entorno del medicamento, los 50.000 farmacéuticos que trabajan diariamente en las 22.000 farmacias del territorio nacional “responden diariamente a las demandas de la sociedad en cuanto a asesoramiento en dermocosmética, en plantas medicinales, en síntomas menores,
en ortopedia, en higiene bucodental o corporal, en actividad física o en nutrición, entre otros campos”. Para dar un consejo de calidad, la formación y actualización de los conocimientos del farmacéutico es esencial, lo que ha llevado al Colegio a abordar en este Día del Farmacéutico la nutrición en la edad avanzada “porque creemos que el farmacéutico comunitario tiene un papel muy relevante en este terreno”, ha señalado Ignacio Sánchez. La Dra. Anna Bach, Farmacéutica y Máster en Salud Pública Nutricional, vocal de Alimentación del COF de Barcelona y miembro de numerosos comités relacionados con la nutrición humana, comenzó su exposición “Valoración del estado nutricional en la edad avanzada” destacando el impacto del estado nutricional en el envejecimiento saludable y la importancia de los hábitos de vida. Tras describir los cambios fisiológicos relacionados con el envejecimiento, la Dra. Bach analizó las claves nutricionales para contribuir a este proceso natural de una manera saludable. Sorprendieron los datos sobre malnutrición facilitados por la ponente “Una de cada diez personas está malnutrida”, con una especial prevalencia en ancianos, a lo que añadió “La farmacia es el primer punto de contacto para la detección y prevención de la malnutrición”. La realización de un test con una serie de preguntas sencillas sobre hábitos de alimentación realizadas por el profesional farmacéutico a los mayores puede alertar sobre situaciones de riesgo relacionadas con una nutrición no adecuada o incluso detectar indicios de malnutrición. Maika López, Licenciada en Farmacia y Diplomada en Nutrición Humana y Dietética, abordó su exposición sobre vitaminas y suplementos nutricionales haciendo un recorrido por las vitaminas hidrosolubles y liposolubles, las funciones fisiológicas para las que son necesarias y los riesgos de su exceso o deficiencia, concluyendo que “tanto el defecto como el exceso de vitaminas y minerales es perjudicial para la salud” y alertando sobre los riesgos de una suplementación excesiva. “Con una dieta equilibrada es difícil tener déficit de vitaminas”, señaló la ponente.
Sobre los mitos y realidades de la alimentación saludable en los mayores, Maika López señaló como errores nutricionales más comunes entre la población de edad avanzada el dejar de cocinar, consumir en exceso productos precocinados o eliminar de la dieta alimentos como la carne o el pescado lo que deteriora la dieta y tiene connotaciones negativas para su salud. Por último el Dr. Federico Mallo, catedrático de Fisiología-Endocrinología de la Universidad de Vigo, asesor y colaborador de los servicios médicos del R.C. Celta de Vigo, hizo hincapié a lo largo de su exposición en que además de las recomendaciones nutricionales que atiendan a los requerimientos de las personas de edad avanzada, es esencial educarles en una actividad física incorporada a su rutina diaria y que forme parte de los hábitos de vida de la persona, estimulando la realización de ejercicios no sólo aeróbicos sino también de fuerza que ayuden a mantener la masa muscular a una edad en que su pérdida es un hecho fisiológico.
