“Nuestro país tiene unas coberturas de vacunación en la primera infancia bastante elevadas, por encima del 90%, pero en la adolescencia el porcentaje baja y es inferior a lo deseable”. Así lo explica el Dr. Francisco Giménez, coordinador de Pediatría de los Hospitales Vithas de Almería y Granada y director del Instituto Balmis de Vacunas. Como posible causa de este descenso en un país tradicionalmente favorable a las vacunas, como España, el Dr. Giménez señala que “en los primeros años de vida hay un seguimiento muy exhaustivo y, en la adolescencia, se produce cierta relajación de todas las partes implicadas: las familias, pero también el sistema sanitario”. Ante este escenario, los pediatras se enfrentan al reto de mantener altas las coberturas de vacunación en adolescentes y jóvenes. Sobre todo, en el caso de dos inmunizaciones especialmente recomendadas en esta franja de edad: la del meningococo, que resulta mortal en uno de cada diez casos, y la del virus del papiloma humano (VPH), que está relacionado con el desarrollo de algunos tipos de cáncer.
Para estudiar la situación actual y también fórmulas de comunicación que ayuden a trasladar el mensaje de la importancia de la vacunación, GSK ha celebrado en Sevilla el I Foro de Vacunación Adolescente. Bajo el lema “Un like por la prevención” y dirigido a profesionales de la Pediatría, el encuentro ha estado moderado por el Dr. Giménez y en él han participado como ponentes expertos de varias Comunidades Autónomas, que se han centrado en la vacunación frente al meningococo, frente al VPH y la comunicación con el adolescente y su familia.
En este último apartado ha participado el Dr. Félix Notario, presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA). Asegura que “la atención médica al adolescente siempre ha supuesto un reto para los médicos pediatras o médicos de familia que les atienden”, pues “es evidente que el adolescente se aleja de los sistemas de salud. Y los padres, muchas veces, no perciben que el riesgo cero no existe”. Por ello, el papel del pediatra en las consultas es crucial, pues “las visitas son escasas y con frecuencia representan la única y última oportunidad que tiene el pediatra para asesorar, interpretar o ayudar al adolescente en ese momento crítico de crecimiento y desarrollo”.
En esos momentos, el Dr. Notario recomienda a sus colegas, sobre todo, “la escucha activa, no minimizar sus preocupaciones, destacar sus cualidades positivas a inculcar compromiso”. En definitiva, los pacientes en la adolescencia “deben sentirse responsables” y los médicos que les atienden deben trasladarles que “la vacunación contra las enfermedades infecciosas forma parte de un estilo de vida saludable”, explica el presidente de la SEMA. El Dr. Giménez propone, además, “utilizar nuevos canales de información, como las redes sociales, para trasladar información fiable sobre vacunas”, y también “hablar, además de con los pacientes, con los padres, para explicarles el valor de las vacunas”.
En cuanto a las dos enfermedades que se pueden prevenir con la vacunación en la adolescencia y que se han abordado en el Foro de Vacunación Adolescente, los pediatras que actuaron como ponentes destacaron que se trata de infecciones que pueden provocar graves secuelas, pero frente a las que existe una herramienta eficaz.
Una herramienta para evitar muertes y secuelas graves
En el caso de la enfermedad meningocócica invasiva, es una infección poco frecuente, pero grave, que se desarrolla muy rápidamente, incluso en niños y adolescentes previamente sanos. Los síntomas iniciales a menudo pueden parecerse a los de la gripe, lo que dificulta su diagnóstico. Aproximadamente 1 de cada 10 personas que contraen la enfermedad fallece, incluso con el tratamiento adecuado. Además, hasta un 20% de los pacientes que sobreviven a una meningitis bacteriana presentan secuelas físicas o neurológicas importantes (amputaciones de miembros, discapacidad auditiva o convulsiones, entre otras).
En concreto, la enfermedad meningocócica bacteriana causada por el serogrupo B, frente a la que protege la vacuna 4CMenB, es la de mayor incidencia en España. En la última temporada epidemiológica prepandémica (2018-2019) en España, se comunicaron 149 casos de esta variante, la mayoría, en niños y adolescentes. Los adolescentes son el principal grupo de riesgo después de los niños menores de cinco años. Eso supone una incidencia total de EMI por serogrupo B de 0,32 casos por 100.000 habitantes, por encima de otros serogrupos, como el C, que hace 25 años era el más frecuente en España, pero que, con una vacuna incluida en el calendario, sólo ha causado 37 casos en la última temporada prepandémica, con una incidencia de 0,08 casos por 100.000 habitantes.
En lo relativo al VPH, se trata de un virus muy común ya que se estima que la mayoría de los adultos se infectarán en algún momento de su vida, del que existen más de 100 genotipos diferentes. La mayoría de ellos no ocasionan problemas, pero al menos 14 se han demostrado responsables del desarrollo de algunos tipos de cáncer5 y, en concreto, los genotipos 16 y 18 son los causantes de aproximadamente el 70% de los cánceres de cuello de útero2. Además, el VPH puede estar vinculado a otros tipos de cánceres como el cáncer de pene y orofaríngeo, entre otros.4 En el caso de este virus, el Dr. Giménez explica que “es muy importante haber recibido la pauta completa de vacunación frente a este virus (VPH) antes de la adolescencia y de iniciar cualquier tipo de actividad sexual, para así generar protección frente al VPH y evitar lesiones provocadas por el mismo”
Ambos expertos destacan que los adolescentes deben protegerse frente a estas dos enfermedades por epidemiología, al tratarse de un grupo de riesgo, pero también por comportamiento, pues en la adolescencia se producen contactos íntimos, mayor socialización, participación en actividades colectivas, etc. El Dr. Notario señala, además que los adolescentes “son portadores y transmisores de estas infecciones a otros grupos de edad”, por lo que su inmunización debe ser una prioridad para toda la sociedad.
En esta línea, se muestran partidarios de aprovechar la actual campaña de vacunación frente a la Covid-19 en jóvenes para aumentar la concienciación y mejorar así las coberturas de vacunación. En palabras del Dr. Giménez, “es una buena oportunidad para informar, para que los jóvenes sean conscientes de la importancia de las vacunas y aprovechar para completar los calendarios. Sospechamos que la cobertura de vacunaciones como la del VPH, que era del 79% en chicas en 2019, ha disminuido durante la pandemia”.