La psiquiatría de precisión cuenta ya con indicadores que permiten conocer el riesgo de que una persona desarrolle psicosis o esquizofrenia, teniendo en cuenta variables como el sexo, edad, antecedentes personales en el desarrollo evolutivo, antecedentes familiares o factores de riesgo como el consumo de cannabis o haber sufrido trauma. De igual modo, la combinación de distintas variables genéticas, ambientales, epigenéticas, socioeconómicas, etc. determinan que una persona tenga mejor o peor pronóstico tras un primer episodio psicótico. El próximo paso será el de llegar a un tratamiento personalizado, para lo que actualmente se está avanzando en el conocimiento de las distintas etiologías del síndrome complejo de las esquizofrenias, lo que permitirá diseñar o utilizar tratamientos específicos para cada paciente en función de las causas de sus trastornos e interacciones entre las mismas. Estas son algunas de las conclusiones de la última edición del encuentro de profesionales, Meet The Expert, “Personalización en psicosis: una persona, una realidad”, organizado por la Alianza Otsuka-Lundbeck, al que han asistido más de 400 expertos.