Invertir en sanidad y pagar a proveedores en función de los resultados obtenidos en salud. Esa es la máxima de la Asociación Europea de Salud Basada en Valor (EAVBHC por sus siglas en inglés), que aboga por analizar datos y realizar comparativas en colaboración con los centros y profesionales sanitarios con el fin de saber qué clínicas y hospitales obtienen los mejores resultados en cuanto a curación y mejora de la calidad de vida de los pacientes en cada enfermedad. El fin no es otro que convertirlos en referente y que se puedan extender sus estrategias y protocolos para mejorar así el acceso a un sistema sanitario mucho más eficaz y eficiente.
“La medición de resultados y la comparación de indicadores son esenciales para saber qué centros son más eficaces y más eficientes en cuanto a la recuperación del enfermo. Aunque medir y analizar resultados requiere un coste adicional, con el tiempo será rentable porque trataremos mejor a los pacientes, habrá menos complicaciones y menos necesidad de aplicar nuevos tratamientos. De esta manera el coste final será menor y mayor el bienestar de los pacientes””, comenta el presidente de la EAVBHC, João Marques-Gomes.
Éste lidera un equipo de 21 expertos en Salud Basada en Valor de 10 nacionalidades, que se han unido para promover esta transformación en toda Europa. Y entre ellos se encuentra Alba Nicolás-Boluda, PhD y secretaria general de la organización, además de representante española en el grupo de trabajo.
“Según diversos estudios liderados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 30% de los gastos de los sistemas sanitarios corresponden a prácticas inapropiadas o que no generan valor. Es decir, corregir ineficiencias nos permitiría liberar recursos que nos ayudarían a sostenerlos y a avanzar en innovación”, indica Nicolás Boluda.
El paciente en el centro
Aunque su metodología va más allá y apuesta también por informar al paciente de forma clara sobre cuáles son los datos reales de curación y recuperación por especialidad en cada centro hospitalario, con el fin de que sea el propio enfermo el que tome la decisión final de dónde quiere ser tratado de una manera informada.
“Sabemos que este proceso va a ser lento, ya que supone un cambio cultural profundo y de comprensión de un nuevo modelo sanitario que coloca los resultados de los pacientes en el centro del sistema. Hay que alinear acciones e intereses de los diferentes actores del ecosistema sanitario, sobre todo de las administraciones públicas, cuyas decisiones son clave en la definición de este nuevo marco”, reconoce Marques-Gomes.
Encuentro en España
Para poner sobre la mesa de debate este planteamiento, la EAVBHC está llevando a cabo encuentros formativos e informativos por diversas capitales de Europa dirigidos a toda la ciudadanía. Esta andadura arrancó en Bruselas en la primavera de 2023, donde se expuso esta fórmula de trabajo en el Parlamento Europeo, y en los próximos meses recalará en Madrid y París.
El objetivo: exponer diferentes visiones de cómo usar los datos para moldear sistemas sanitarios como el español hacia modelos más eficaces y eficientes, centrados en las necesidades del paciente. Y diseñados a través del análisis y la comparación de datos de salud de la población con el apoyo de los gestores sanitarios, entre otros agentes.