Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitari Sagrat Cor subraya la importancia de una colaboración estrecha entre la escuela, la familia y el hospital para prevenir y tratar los trastornos mentales en adolescentes.
Según los resultados de una encuesta de los departamentos de Salud y Educación de la Generalitat de Cataluña, uno de cada cuatro adolescentes (27%) en Cataluña ha experimentado autolesiones alguna vez, y un 43% de los niños entre 8 y 11 años ha tenido pensamientos suicidas. La encuesta se realizó entre 270.000 alumnos de 1.900 centros educativos en Cataluña. Además, se ha detectado un aumento en las tentativas de suicidio y en el malestar emocional de los adolescentes en los últimos años.
Diversos factores han contribuido al empeoramiento de la salud mental juvenil. Estos números ponen de manifiesto la gravedad de la crisis de salud mental entre los más jóvenes, acentuada por los efectos de la pandemia, el malestar emocional derivado y la actual presión social que ejercen las pantallas y redes sociales.
"Estamos viviendo un momento crítico en la salud mental de los adolescentes. Los datos son alarmantes, pero lo más importante es que nos están mostrando una realidad que ya no podemos ignorar. Las autolesiones, los pensamientos suicidas y los trastornos emocionales en nuestros jóvenes son una llamada urgente a la acción. En la Unidad de Salud Mental del Sagrat Cor, vemos a diario cómo estos problemas pueden tratarse y prevenirse con un enfoque adecuado, y por eso es fundamental que toda la sociedad se involucre en esta lucha, desde las familias y los colegios hasta las instituciones sanitarias”, afirma Rocío Rosés, nueva directora de la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitari Sagrat Cor.
Triple alianza escuela, familia y hospital para prevenir los casos de salud mental juvenil
Conscientes de esta realidad, los departamentos de Salud y Educación de Cataluña presentaron el curso pasado la "Guía para el abordaje de la conducta suicida y de las autolesiones no suicidas en centros educativos”. Una guía que sirve de hoja de ruta para identificar, verbalizar y escuchar a los adolescentes en riesgo y que sirve de punto de partida para la prevención y diagnóstico de los jóvenes.
Para ello, la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitari Sagrat Cor ha desarrollado una serie de recomendaciones dirigidas a padres, profesores y profesionales de la salud. Estas pautas buscan mejorar la detección temprana de señales de alarma, como las autolesiones y las ideas suicidas, y fomentar un trabajo conjunto que facilite el apoyo emocional y el tratamiento adecuado para los adolescentes. La alianza entre familia, escuela y hospital es fundamental para crear un entorno seguro que promueva el bienestar emocional de los jóvenes.
“Los centros educativos son un lugar idóneo para la prevención, ya que son espacios de escucha y apoyo para los estudiantes, donde la detección temprana puede marcar una diferencia crucial para tratar y no estigmatizar a los jóvenes que sufren este tipo de procesos”, afirma Rosés. “Es necesario crear espacios seguros, en casa, con amigos y en el colegio, donde los adolescentes puedan expresarse, sentirse escuchados y recibir la ayuda que necesitan. Sólo así podremos frenar esta tendencia y ofrecerles un futuro lleno de esperanza”, concluye.
Según datos de la Fundación ANAR, solo el 44% de los menores entre 13 y 17 años con conductas suicidas ha recibido tratamiento psicológico en los últimos años. Esto resalta la importancia de que los adolescentes se sientan escuchados y reciban el apoyo necesario en su entorno más inmediato.
“Se necesita un esfuerzo colectivo de toda la sociedad para proteger a los adolescentes y garantizar que reciban el apoyo que necesitan para superar sus dificultades emocionales. La adolescencia es un proceso de cambios de por sí y aunado con la constante comparación y el consumo individual provocan un aislamiento que aleja de la realidad e incrementa la vulnerabilidad” expone la psicóloga.