En el marco de la celebración del Purple Day, la compañía farmacéutica Angelini Pharma, compañía internacional enfocada en el cuidado de la salud y la Brain Health, invita a la reflexión sobre los mitos que giran en torno a la epilepsia, una de las enfermedades neurológicas más comunes, que afecta a alrededor de 400.000 personas en España.
Días como hoy buscan aumentar la concienciación pública, fomentar el entendimiento y desmentir algunas de las falsas creencias extendidas sobre esta patología.
A pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento de la epilepsia, existen ideas equivocadas que persisten, afectando tanto a la comprensión social como a la calidad de vida de los pacientes. Estas ideas perpetúan el estigma social que rodea a quienes viven con la enfermedad. Desmitificar estos conceptos erróneos es fundamental para avanzar en la inclusión y el apoyo a las personas con epilepsia.
Mito 1: Todas las personas con epilepsia pueden controlar sus crisis con medicamentos
Una de las ideas más extendidas sobre la epilepsia es que todos los pacientes pueden controlar sus crisis mediante medicamentos. Sin embargo, esta afirmación no refleja la realidad. Aunque los tratamientos farmacológicos son efectivos para una parte significativa de los pacientes, alrededor del 40% de las personas con epilepsia continúan experimentando crisis, incluso después de haber probado dos o más medicamentos.
Las personas con epilepsia no controlada se enfrentan a un desafío constante, ya que las crisis afectan de manera directa su bienestar físico, emocional y social. La falta de control sobre las crisis no solo limita la calidad de vida, sino que también aumenta el riesgo de comorbilidades y dificulta la integración social y laboral. En este sentido, el tratamiento de la epilepsia no es una solución única ni universal; cada paciente necesita un enfoque personalizado que se ajuste a su situación específica.
Mito 2: La epilepsia no está relacionada con trastornos mentales
Aunque la epilepsia es una enfermedad neurológica, está estrechamente vinculada con una mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos. Las personas que padecen esta patología tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar condiciones como la depresión y la ansiedad. Según indica el ‘Informe sobre la relación entre las enfermedades neurológicas y la salud cerebral’, elaborado por la SEN con la colaboración de Angelini Pharma, el 23% de los pacientes con epilepsia sufren de depresión y alrededor del 20% experimentan ansiedad.
Contar con un enfoque integral que aborde tanto el control de las crisis como los trastornos emocionales y psicológicos relacionados con la epilepsia, mejorará la gestión de las crisis y contribuirá significativamente a la mejora de la calidad de vida de los pacientes y su bienestar general.
Mito 3: Las crisis son iguales para todas las personas
Existen diferentes tipos de crisis que varían en cuanto a su duración, síntomas y gravedad5. Algunas personas pueden experimentar crisis generalizadas, lo que puede incluir movimientos bruscos y pérdida de conciencia. Sin embargo, otras personas pueden tener crisis focales, sin pérdida de conciencia o con un nivel reducido de conciencia. Además, las crisis pueden manifestarse de formas muy diversas, como cambios en el comportamiento, sensaciones inusuales, alteraciones visuales o auditivas, entre otros. Esta variabilidad resalta que cada crisis importa y es diferente a las demás, subrayando la importancia de una evaluación médica individualizada para identificar cómo son los episodios y adaptar el tratamiento a las necesidades de cada paciente.
Mito 4: Durante una crisis, la persona debe ser sujetada para evitar que se haga daño
Lo más importante es asegurarse de que la persona se encuentre en un lugar seguro, alejándola de objetos peligrosos con los que pueda hacerse daño. En lugar de sujetarla, lo recomendable es colocarla en una posición lateral, preferiblemente sobre su lado, para prevenir la asfixia si hay secreciones o si la lengua se mueve hacia la vía respiratoria. Además, nunca se debe intentar colocar objetos en su boca, ya que esto puede causar lesiones. Durante una crisis, la prioridad es mantener la calma, observar la duración del episodio y, si es necesario, buscar ayuda médica.
Explicar las falsas creencias que rodean a la epilepsia es esencial para mejorar la comprensión social de esta enfermedad y promover un apoyo más efectivo a quienes la padecen. Los mitos sobre el control de las crisis, la relación con los trastornos mentales, y las respuestas adecuadas durante una crisis, entre otros, contribuyen a perpetuar el estigma y a dificultar el acceso a un tratamiento adecuado. Es necesario reconocer que la epilepsia es una condición compleja que afecta a cada persona de manera diferente, por lo que el enfoque en su tratamiento debe ser individualizado e integral. La concienciación sobre la epilepsia busca garantizar que los pacientes reciban el apoyo emocional, social y médico que necesitan.