También es fundamental proteger los ojos del sol para evitar futuros daños en el interior del ojo, en el cristalino y en la retina. Las gafas de sol y el uso de gorra protegen los párpados del daño solar, sumado al efecto de una crema solar protectora para rayos uva y rayos ultravioleta. Hay que tener en cuenta que no todas las cremas tienen protección para rayos ultravioleta, de ahí la importancia de las gafas. Evitamos así un envejecimiento acelerado de la piel del contorno de los ojos (que es la que primero envejece) y la posibilidad de patologías en los párpados.
¿Qué hacer si se detecta un problema de visión?
Lo primero que se debe hacer es acudir a un especialista en oftalmología, ya que la mayoría de los problemas oculares tienen solución si se detectan a tiempo.
Las anomalías más comunes en gente joven son los defectos de refracción, es decir, la necesidad de gafas para corregir miopía, hipermetropía y astigmatismo. En personas de más de 40 años, la anomalía más común es la vista cansada. Ante una pérdida progresiva de visión lo primero es realizar un examen oftalmológico. Para poder reaccionar a tiempo, es conveniente realizar una revisión ocular periódicamente, ya que hay problemas que pueden pasar desapercibidos en el día a día.
Patologías oculares
Las más habituales son las conjuntivitis víricas y alérgicas en gente joven, y las cataratas y la sequedad ocular en gente de edad avanzada.
• Conjuntivitis alérgicas. Se pueden prevenir con un tratamiento ocular adecuado.
• Conjuntivitis víricas. La única prevención es la higiene. Lavar bien las manos antes de tocar los ojos, por ejemplo. Si tenemos cerca alguien con una conjuntivitis la única forma de intentar evitar el contagio es no tener contacto directo y usar toallas distintas.
• Ojo seco. Se produce una disminución en la cantidad o calidad de la lágrima. Al tener menos lágrima el ojo, al igual que la piel, se deshidrata. Esta falta de protección que produce una lágrima de calidad puede acabar en alteraciones corneales, pequeñas úlceras... La mayoría de estos casos se solucionan con la aplicación diaria de un suplemento de lágrima artificial para suplir la citada falta de lágrima.
• Cataratas. Son una afección ocular en la que se pierde parte de la visión debido a la opacidad de los cristalinos. Se estima que afectan en mayor o menor grado a la mitad de la población mayor de 65 años, por lo que se suele atribuir a un problema natural que ocurre con los años. El tratamiento más común de las cataratas es quirúrgico.
• Moscas volantes. Son acúmulos de mayor densidad que se producen en el líquido (vítreo) que rellena el interior del ojo. No suelen tener tratamiento.
• Úlcera. Si se produce una úlcera hay que aplicar una pomada epitelizante y antibiótica, para curar y evitar infecciones.
En algunos casos es necesario vendar el ojo entre 24 y 48 horas para tratar las úlceras más grandes.
Un defecto puede afectar al aprendizaje escolar del niño
Un problema ocular no corregido afecta directamente al aprendizaje de un niño. Si el pequeño no ve bien puede que no sepa identificar ese problema. Muchas veces se detecta por un déficit de atención o falta de estudio, ya que al no ver bien o tener molestias no quiere estudiar.
Es de vital importancia una revisión de la visión a edad temprana antes de empezar el colegio, siempre a cargo de un especialista. Ya de más mayores el uso excesivo del ordenador puede producir agotamiento y molestias oculares.
El tratamiento de bolsas y ojeras
Las bolsas aportan a la mirada una apariencia triste y envejecida y se caracterizan por una hinchazón en el párpado inferior.
Las ojeras, en cambio, aparecen por el pigmento de los capilares que queda depositado en las capas superficiales de la piel. Tanto bolsas como ojeras pueden aparecer por causas genéticas, pero también cuando se duerme poco o cuando se está cansado o estresado.
Existen cremas en el mercado con vitamina k y otros componentes para reducir la sensación de ojeras. En los casos donde las bolsas y ojeras son de mayor tamaño se puede acudir a un profesional de estética ocular para que con tratamiento médico, o quirúrgico en algunos casos, se corrija el problema.
• Blefaroplastia. Utiliza la microcirugía ocular, basada en las tecnologías más avanzadas, para el tratamiento de los párpados caídos y las ojeras. Elimina el exceso de piel del párpado superior, dejando el ojo despejado y con una piel firme. Se necesita la aplicación de gotas de colirio anestésico en los ojos y anestesia local. No deja cicatriz en el párpado inferior, por lo que la recuperación es más rápida y tiene menos posibilidad de complicaciones que otras técnicas más tradicionales.
• Toxina Botulínica. Inmediatamente después de la microcirugía, se puede complementar la blefaroplastia con el tratamiento con toxina botulínica para relajar las arrugas de expresión y levantar ligeramente el párpado superior y la ceja. El efecto tiene una duración aproximada de unos seis meses.
CONSEJOS DEL EXPERTO:
El Dr. José González Vidal ofrece unos sencillos trucos para prevenir y tratar las bolsas y ojeras:
• Es aconsejable dormir con la cabeza más alta que el cuerpo, es decir, con una almohada o dos, lo que provoca que el líquido se acumule menos en la zona facial, en concreto en las bolsas oculares. Además un sueño profundo y reparador queda reflejado en nuestro aspecto, en concreto, en las ojeras, siendo una de las soluciones más efectivas.
• Una cena ligera a base de verdura y con poca sal también ayuda a una menor retención de líquidos.
• Realizar ejercicio físico a primera hora de la mañana, aunque sea simplemente andar, acelera la eliminación de líquidos en la zona facial y mejora el aspecto de las bolsas.
• Lavar la cara con agua muy fría antes de aplicar el maquillaje ayuda a bajar las bolsas.
• Para las bolsas hay cremas específicas que si se conservan en frío (en la nevera por ejemplo) potencian sus efectos antihinchazón.
FV
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