Según los resultados de un estudio llevado a cabo por la Universidad Complutense de Madrid, el 95% de los estudiantes bebe cuando tiene sed, y 9 de cada 10 lo hace durante las comidas principales. Sin embargo, el European Hydration Institute informa que la pérdida de agua se produce de forma constante y sólo se bebe de forma intermitente, de manera que el nivel de agua en el cuerpo cambia de forma continua. Si se acepta que un nivel de deshidratación del 1% del peso corporal es tolerable, y suele ocurrir de forma rápida al cabo de unas 2-3 horas, cabe destacar que los estudiantes necesitan beber las cantidades adecuadas de forma regular, tanto en las comidas como en los descansos, para poder estar adecuadamente hidratados durante el día.
Consejos para mantener un nivel adecuado de hidratación durante las horas de estudio:
- Beber de forma regular durante todo el día, especialmente si hace calor
- Recurrir a la variedad de bebidas ayuda a mantener el nivel de hidratación, incluyendo agua, refrescos, té, café, leche o zumo de fruta. Además es importante tener en cuenta el valor calórico de las distintas bebidas que se beben para asegurar una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable y activo
- Muchas bebidas como los zumos, los refrescos, la leche el café o en té son más de un 85% agua, y por tanto una fuente importante de hidratación
- Si se está cansado bebidas con cafeína como la cola y el café ayudan a mantener el estado de alerta
- Estudiar en un lugar con aire acondicionado durante varias horas puede incrementar la perdida de agua a través de la respiración
Mantener el nivel de hidratación ayuda a hacer frente al cansancio y aumenta la concentración. La realización de tareas físicas y mentales puede verse negativamente afectada por el calor y la deshidratación. El mantenimiento de una hidratación adecuada permite que el cuerpo se autorregule y existe evidencia que indica que puede reducir la gravedad del dolor de cabeza, del cansancio y de la pérdida de concentración.
Es importante equilibrar la ingesta con la pérdida de líquido diaria a través del sudor, la orina y la respiración. Durante las comidas se ingiere una parte importante de la cantidad diaria de agua necesaria, un 20% - 30% proviene de los alimentos y entre un 70% - 80% de las bebidas de todo tipo y no solo agua 2,3.