Los estudios son contundentes, alrededor de un 50% de las pacientes con enfermedades reumáticas inflamatorias, jóvenes y edad fértil, no pueden mantener relaciones sexuales satisfactorias a causa de su dolencia. Un problema que tiene solución pero que al no abordarse en las consultas de los reumatólogos, las pacientes finalmente renuncian a su sexualidad. Algo similar ocurre respecto a la planificación familiar ya que muchas pacientes jóvenes en edad fértil que podrían plantearse tener hijos, abandonan la idea condicionadas por miedos y preocupaciones derivadas de su enfermedad.
“Tener una enfermedad reumática no implica renunciar a una vida sexual satisfactoria. Hay que hablarlo con el reumatólogo y con la pareja para flexibilizar y adaptar lo que sea necesario. La sexualidad es parte de la calidad de vida de las personas y no tenemos porqué renunciar a ella si tenemos opciones que nos permitan mantenernos sexualmente activos”. Así lo ha subrayado la doctora Leticia León, psicóloga del IDISSC en la Unidad de Reumatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, durante su participación en la Mesa de debate SER-UCB “Abordaje integral de la artritis en la planificación familiar”.
Un coloquio que se ha celebrado con la colaboración de la biofarmacéutica UCB, en el marco del XLIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Reumatología (SER) que ha reunido en Bilbao a más de 1.500 expertos en esta especialidad. Junto a la doctora León han participado otras cinco reumatólogas que han debatido sobre soluciones que puedan darle la vuelta a esos datos y mejorar la calidad de vida de las pacientes con enfermedades reumáticas.
Plantearse tener hijos
En lo que respecta a la planificación familiar, la doctora Cristina Sobrino, reumatóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, expuso los datos de un estudio que han llevado a cabo en el centro en el que trabaja, y en el que participaron 108 pacientes entre 17 y 47 años con diagnóstico de artropatía inflamatoria.
De ellas, el 70% aseguró que el diagnóstico de la enfermedad afectó a su planificación familiar, siendo los factores más influyentes la actividad de la enfermedad y los tratamientos recibidos. Los datos pusieron también de manifiesto que tres de cada cuatro pacientes aseguraron que la enfermedad afectó directamente a su planificación familiar.
“Llama la atención que del total de las mujeres que participaron en el estudio, el 40% afirmó haberse planteado tener hijos antes de sufrir la enfermedad, pero sólo el 20% tuvo un embarazo tras el diagnóstico. Esto es un ejemplo de cómo la patología influye en la planificación familiar de nuestras pacientes, algo que para mujeres en edad fértil es un aspecto muy importante. Actualmente, contamos con tratamientos que han mejorado mucho el pronóstico y la gravedad de estas enfermedades, pero pese a ello muchas continúan teniendo menos hijos de los deseados”, explica la doctora Sobrino.
Normalizar estos aspectos en la consulta
Ambas especialistas coindicen en que existe una falta de información importante que redunda en estas restricciones que se autoimponen las pacientes. Por ello tiene que ser el propio reumatólogo el que, desde el primer momento del diagnóstico, ponga estos temas sobre la mesa para que las mujeres puedan tomar decisiones libremente al tiempo que se maneja la actividad clínica de su enfermedad.
“Hay que abrir la puerta a que estas cuestiones surjan en la consulta de forma natural, que fluya la comunicación con el reumatólogo y que éste empatice con las pacientes”, dice la doctora León. “Es fundamental no dejar pasar por alto estos temas, preguntar a cada paciente por sus expectativas en cuanto a ser madre y explicar con claridad los pormenores de su enfermedad y los tratamientos, así evitaremos miedos y preocupaciones innecesarias, y facilitaremos la planificación familiar en aquellas mujeres que lo deseen”, concluye la doctora Sobrino.
Las enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide, la espondiloartritis o la artritis psoriásica, son patologías inflamatorias musculoesqueléticas crónicas del sistema inmunitario que pueden mermar, en gran medida, la calidad de vida de quien las padece. Inflamación, dolor articular y rigidez son los síntomas más comunes y más delimitantes. El 80% de las personas afectadas son mujeres, jóvenes y edad fértil, lo que hace más urgente el abordaje integral en el que se incluyan aspectos como planificación familiar y sexualidad en las consultas.