Aunque no se encuentra entre las enfermedades reumáticas de mayor prevalencia, es de las más incapacitantes, ya que se da, sobre todo, en población joven. Para Ana Urruticoechea, miembro del Comité Científico del VI Simposio de AR de la SER y reumatóloga del Servicio de Reumatología en el Hospital Can Misses de Ibiza, “se trata de una enfermedad grave que, sin embargo, es desconocida por la mayoría de la población, que muchas veces la confunde con otras patologías reumáticas”.
Ibiza acoge este fin de semana el VI Simposio de la SER sobre esta enfermedad, donde se reunirán los mayores expertos sobre el tema, además de organizar dos cursos especializados. Se abordarán los últimos avances en diagnóstico y tratamiento, así como las novedades en el uso de terapias biológicas. Según ha explicado Ana Urruticoechea, “muchas veces la enfermedad se presenta de una forma insidiosa, con signos y síntomas clínicos poco evidentes y que, además, pueden ser enmascarados por medicaciones como antiinflamatorios y corticoides”.
“La patología”, añade la experta, “cursa con dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de la movilidad articular, y afecta especialmente a las articulaciones más móviles como las de las manos y los pies, así como muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas”. Además, la inflamación mantenida y no controlada puede acabar dañando los huesos, ligamentos y tendones que hay alrededor de la articulación, lo cual conduce a una deformidad progresiva de las articulaciones, a la pérdida de la capacidad para realizar las tareas de la vida cotidiana y a un deterioro de la calidad y de la expectativa de vida. FV
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