Enrique Granda, editor, destaca en su comentario que “tras el Pacto de Estado que supone la aprobación del dictamen de la Comisión de Reconstrucción, el Ministerio de Sanidad no ceja en su Plan de Fomento de Genéricos y Biosimilares; sigue estimando las recomendaciones de la AIReF, que en este momento hay que considerar obsoletas, y las Comunidades Autónomas continúan con sus reglamentaciones sobre Servicios Sociosanitarios y dispuestas a potenciar el envío domiciliario de medicamentos desde los hospitales. Y, ni el Ministerio, ni las Comunidades Autónomas, ni la mayor parte de las Corporaciones Colegiales han pedido que se paguen las guardias obligatorias, una reivindicación permanente de la Patronal FEFE que solo ha tenido eco el Colegio de Farmacéuticos de Madrid”.
Tal como indicábamos en el Observatorio correspondiente al mes de mayo tenemos que lamentar los acuerdos adoptados en materia de medicamentos y en relación con las Oficinas de Farmacia, que se han traducido en Resoluciones concretas que pueden acabar convirtiéndose en normas de carácter legal o reglamentario de carácter muy negativo, y otras demasiado ambiguas, para albergar alguna esperanza de mejora.
En cuanto a la Resolución 45 hay que recordar que las propuestas de la AIReF incluían la prescripción por principio activo; la equiparación de moléculas según la clasificación ATC-4 en el sistema de precios de referencia y las subastas.
La Resolución 47.8 sobre impulso de las buenas prácticas en farmacia y el desarrollo del papel asistencial es lo suficientemente ambigua para que nunca se traduzca en otra cosa que aumentos en la burocracia.
Igualmente, la Resolución 71 que pretende garantizar la sostenibilidad de las farmacias nos tememos que nunca se traduzca en la desaparición de los Reales Decretos-Leyes que afectan a los márgenes, la retribución de las guardias obligatorias, o la limitación de nuevas aperturas, únicas medidas capaces de garantizar la sostenibilidad del dispositivo asistencial.
El editor concluye en su comentario editorial que “ante esta situación, y la evolución general de la economía del país, nos tememos que la superación de la pandemia no se traduzca en mejoras reales para la economía de las farmacias, como no lo fue el final de la anterior crisis económica. Por ello consideramos imprescindible un nuevo impulso de afiliación en nuestras organizaciones patronales, que reciben el apoyo de CEOE y CEPYME, como medio de defensa de la economía de nuestro sector y, nos enfrentamos a una situación de permanente provisionalidad en nuestra actividad a la espera de cambios legales que afectarán a todo el sector sanitario.