En los últimos años, varios medicamentos ampliamente utilizados en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares han sido retirados del mercado. Es el caso de la atorvastatina, el candesartán, el irbesartán y el varsartán. En este contexto, el Congreso Europeo de Cardiología (ESC Congress 2018), que ha tenido lugar en Múnich del 25 al 29 de agosto, ha abordado ampliamente la seguridad de los medicamentos genéricos en una de sus sesiones.
A diferencia de lo que ocurre con los fármacos de marca, los medicamentos genéricos no están obligados a realizar ensayos clínicos sino estudios de bioequivalencia. Estos estudios solo se llevan a cabo en individuos jóvenes, sanos, generalmente varones y sin comorbilidades asociadas, a quienes se les administra el fármaco durante un corto periodo de tiempo.
Por otro lado, existen muy pocos estudios comparativos entre genéricos y fármacos de marca en cuanto a eficacia y seguridad. Y lo que es también “preocupante” para el experto: no hay estudios donde se comparen genéricos entre sí. Como consecuencia de esto, en las farmacias se suministra indistintamente un genérico u otro sin notificárselo al médico, lo que puede provocar que un paciente pierda parte de la eficacia del tratamiento o pueda tener una reacción adversa.