A las bolsas de arroz o pétalos preparadas para celebrar la salida de los novios, los kits de “emergencia” con tiritas y sprays para rozaduras o los tradicionales detalles con los que se obsequia a los invitados a una boda, en los últimos años se ha sumado como tendencia la entrega a los asistentes a los enlaces de packs de medicamentos para hacer frente a los excesos, gastronómicos y alcohólicos, propios de estas celebraciones. Estos packs suelen contener medicamentos para la acidez de estómago (Almax® u omeprazol), el dolor de cabeza (ibuprofeno o paracetamol), e incluso fármacos para el alivio de náuseas y vómitos como la domperidona.
“Como profesionales sanitarios y expertos en medicamentos consideramos que la moda de los packs de medicamentos para invitados no está exenta de riesgos y que su utilización puede conllevar consecuencias negativas para la salud, ya que a través del efecto de la propia acción del medicamento pueden aparecer efectos adversos más o menos graves”, sostiene Diana Viñuela Álvarez, miembro de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP).
Para la farmacéutica de Atención Primaria del Área de Salud de Segovia “existe en general poca conciencia sobre los riesgos” que conlleva la utilización de medicamentos como los antiinflamatorios o los protectores gástricos. En el caso concreto de los antinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno o la aspirina, Viñuela Álvarez destaca que su utilización de forma indiscriminada, sin el control de un profesional sanitario, “puede ocasionar efectos adversos graves como hemorragias digestivas”. En el caso de los protectores gástricos, por su parte, el uso de los mismos durante periodos largos de tiempo se relaciona, entre otros, con un mayor riesgo de fracturas, una mayor frecuencia de infecciones y una disminución en la absorción de nutrientes como el hierro o la vitamina B12.
El riesgo de las interacciones con otros medicamentos
Más allá de los efectos de estos medicamentos a largo plazo, desde SEFAP se quiere hacer énfasis en los posibles efectos adversos a corto plazo que la automedicación irresponsable con estos fármacos puede generar “por su potencial toxicidad por interacción”.
“En general, en eventos como las bodas, la población considera que tomar una pastilla para la acidez o el dolor de cabeza no va a producir ningún efecto dañino y sí un beneficio a corto plazo. Esta idea, sin embargo, hay que intentar erradicarla del imaginario colectivo porque los invitados no son conscientes de las posibles interacciones que la ingesta de estos fármacos puede producir con otros medicamentos que puedan estar tomando asiduamente”, añade Magdalena Sofía Villalón Mir, miembro de SEFAP y farmacéutica de Atención Primaria del Área Sanitaria Norte de Córdoba.
Entre los efectos adversos asociados a la utilización de medicamentos incluidos en los packs de boda, los expertos alertan, por ejemplo, del riesgo de arritmias cardiacas (incluso mortales) asociado al uso de domperidona, que dio lugar a la publicación de una Alerta de seguridad de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios en 2014. En la misma, entre otros aspectos, la AEMPS informaba del aumento de riesgo de aparición de trastornos del ritmo cardiaco con la utilización de domperidona, especialmente en personas mayores de 60 años, en aquellos que tomen altas dosis del medicamento y en aquellos que tomen simultáneamente otros medicamentos que afecten al ritmo cardiaco como, por ejemplo, antiarrítmicos como la amiodarona o la flecainida, antibióticos como el ciprofloxacino, el levofloxacino, la azitromicina o la eritromicina; antidepresivos como el citalopram e, incluso, fármacos tan utilizados como la furosemida.
El riesgo gastrointestinal, cardiovascular y renal asociado a la utilización de AINE, por su parte, ha dado lugar a numerosas advertencias de seguridad por parte de las agencias reguladoras de medicamentos. Además, estos medicamentos pueden ocasionar otros problemas de seguridad como hepatotoxicidad, reacciones de hipersensibilidad graves y aumento de la presión arterial por retención de agua y sodio. En este sentido, sostienen los expertos de SEFAP, es importante tener en cuenta que, tanto los beneficios como los riesgos asociados a la utilización de este tipo de antiinflamatorios derivan de su mecanismo de acción “y, por tanto, pueden aparecen cuando se toman de forma crónica o puntualmente”.
Como explica Diana Viñuela, es necesario señalar que las reacciones adversas derivadas de la utilización de medicamentos son una causa importante de ingresos hospitalarios. “Una de estas reacciones es la insuficiencia renal aguda, para la que existen evidencias que indican que la utilización simultánea de un antihipertensivo del grupo de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o un antagonista de los receptores de la angiotensina (ARA II), un diurético y un AINE, aumenta el riesgo de fracaso renal agudo”, afirma. Esta triple combinación, conocida como “Triple Whammy” o “triple golpe” debido a los tres golpes simultáneos que se producen a nivel renal es, según la farmacéutica de atención primaria, “especialmente relevante no solo por su gravedad, sino también porque puede pasar desapercibida, ya que es muy frecuente que un paciente hipertenso o con alguna patología cardiaca esté en tratamiento con un IECA o un ARA II asociado a un diurético y, ante un dolor moderado, se tome un AINE”.