Según la resolución provisional de la última convocatoria de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas Singulares (ICTS), la Universidad de Barcelona ha recibido 8.922.959 euros para incorporar a sus equipamientos tecnológicos el primer aparato de resonancia magnética nuclear de muy alto campo del Estado. La subvención, otorgada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, cubre el 100 % de la financiación para adquirir e instalar este equipo que gestionarán los Centros Científicos y Tecnológicos (CCiTUB) y que formará parte de una de las ICTS que dan servicio a toda la comunidad científica.
La resonancia magnética nuclear (RMN) es una tecnología esencial para la investigación en química, farmacia y biomedicina. «La UB es líder en estos campos, como muestran los rankings más recientes, y la renovación de sus infraestructuras con este nuevo instrumento le permitirá mantener ese liderazgo a nivel europeo y mundial», afirma el rector de la UB, Joan Guàrdia.
El equipo se instalará en el Parque Científico de Barcelona (PCB), en un edificio específicamente diseñado para aparatos con campos magnéticos grandes. Esta tecnología, junto con otras técnicas complementarias ya existentes en las redes de ICTS, «permitirá crear el principal hub de biología estructural del sur de Europa y potenciará campos emergentes de aplicación como el uso de proteínas desordenadas como dianas terapéuticas o los fármacos de origen biotecnológico», explica Jordi Garcia, vicerrector de Investigación.
RMN de 1 Ghz: más rápida y sostenible
La RMN es una de las herramientas más versátiles en biomedicina y biotecnología. El poder de esta tecnología radica en su capacidad de proporcionar información estructural y dinámica a escala atómica sobre biomoléculas complejas, incluidas sus interacciones y las modificaciones que experimentan in vivo.
El aparato de resonancia magnética nuclear de muy alto campo posee un imán híbrido de última generación que incluye un nuevo superconductor de alta temperatura. De ese modo es posible crear un campo magnético suficiente para llegar a la frecuencia de 1 GHz. «Con campos magnéticos tan elevados se consigue una importante ganancia de resolución y de sensibilidad, así como una disminución significativa en el tiempo de adquisición de datos. Eso supondrá un gran impulso para el estudio estructural y dinámico de biomoléculas complejas», apunta Miquel Pons, coordinador científico de la ICTS Red de Laboratorios de RMN de Biomoléculas a la cual se incorporaría este nuevo equipo.
Para asegurar la sostenibilidad del dispositivo también se incluye en él un sistema de relicuefacción del helio, es decir, que permite licuar el gas de nuevo, lo que reduce drásticamente el consumo de un recurso tan limitado y aumenta la resiliencia de la red de ICTS frente a posibles problemas de suministro o aumentos futuros de su coste.
El proyecto incluye además el desarrollo de un sistema de gestión de datos que incorporará sistemas de inteligencia artificial y que permitirá asegurar que los datos se puedan encontrar con facilidad y sean accesibles, interoperables y reutilizables, según los principios FAIR de buenas prácticas en la gestión de los datos científicos.
La incorporación de este nuevo equipo al ICTS «permitirá a toda la comunidad investigadora tener acceso a una tecnología de última generación, lo que potenciará nuevas sinergias y líneas de investigación», explica Juan Fran Sangüesa, director de los CCiTUB. «También revertirá en el tejido industrial, especialmente en un sector clave como el biomédico, y contribuirá a la atracción de talento y a la formación de calidad para nuestros estudiantes», concluye el experto.