La incorporación de un segundo navegador intraoperatorio ha supuesto que la Unidad de Arritmias de los Hospitales Quironsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa se sitúen como grupo de referencia de esta especialidad en el sector privado andaluz.
El doctor Juan Manuel Fernández Gómez, jefe de la Unidad de Arritmias de los hospitales Quirónsalud sevillanos explica que “con dos salas operativas, dos consolas de crioablación y los dos sistemas de navegación intracardiaca, nuestra unidad se ha convertido en uno de los grupos privados con mayor dotación tecnológica de país. La disponibilidad de éstas tres técnicas alternativas para tratamiento de arritmias complejas —crioablación, CARTO y NAVEX—, nos posibilita tratar absolutamente todos los sustratos posibles y elegir, en cada caso, la mejor opción para cada paciente”.
Una arritmia es toda alteración del ritmo cardiaco que puede provocar una perturbación en el funcionamiento del corazón. Básicamente son de dos tipos, las que producen ritmos lentos (bradicardias), y aquellas que producen ritmos rápidos (taquicardias).
En cuanto a su tratamiento las bradicardias, en su mayoría, precisan de la inserción de un marcapasos y en el caso de las taquicardias, su tratamiento puede ser farmacológico o requerir técnicas de tratamiento con catéter (ablación).
La más frecuente de todas ellas es la Fibrilación auricular, arritmia a la que ya se considera una auténtica ¨epidemia¨ del siglo XXI. La razón de ello, según Fernández “es que su incidencia aumenta progresivamente con la edad —envejecimiento poblacional— y las consecuencias de no diagnosticarse y tratarse correctamente pueden ser graves”.
No tratar una arritmia grave puede tener importantes consecuencias como muerte súbita, insuficiencia cardiaca, ictus o tromboembolismos; aunque también hay arritmias de comportamiento benigno que se tratan por la gran sintomatología que producen.
Las arritmias constituyen un gran problema sociosanitario que afecta globalmente a más del 5% de la población y, según datos de la Sociedad Española de Cardiología, constituyen el 16% de los ingresos cardiológicos en los hospitales españoles.
En España se estima que, en la población mayor de 40 años, 1 millón de personas tendría fibrilación auricular y, de ellos, alrededor de 100.000 casos estarían sin identificar, previendo que la incidencia y prevalencia continuarán incrementándose de manera alarmante en los próximos años.
La arritmología es una de las disciplinas que más ha evolucionado en las últimas décadas.
Según explica el cardiólogo Juan Manuel Fernández, “en la electrofisiología clásica, la visualización de catéteres la hacíamos con imágenes de fluoroscopia, lo que ofrece ciertas limitaciones técnicas y obliga a usar rayos X en dosis no despreciables. Los navegadores han constituido, sin duda, la gran revolución de la arritmología moderna. Se trata de sofisticadas computadoras que permiten, mediante señales eléctricas y magnéticas, guiar al cardiólogo en la realización de estudios electrofisiológicos y la ablación con catéter”. Así continúa el cirujano, “se consiguen hacer reconstrucciones tridimensionales del corazón de forma muy fiable y detallada, localizar los catéteres y guiar sus movimientos, estudiar en tiempo real el mecanismo de la arritmia mediante el análisis computerizado de las señales eléctricas del corazón, realizar ¨mapas¨ que nos permitan ver el circuito de la arritmia en el interior del corazón, guiar con una precisión milimétrica nuestros movimientos y localizar los puntos críticos donde debemos hacer las ablaciones con radiofrecuencia (aplicaciones de calor en zonas diminutas del corazón para tratar la arritmia)”.
En cuanto a las ventajas de la utilización del navegador, el doctor Fernández apunta que el paciente gana en seguridad y eficacia, así como en la disminución del uso de rayos X, lo que es especialmente importante en determinadas poblaciones, como los pacientes pediátricos o las embarazadas. En cuanto a los profesionales, dispone de una herramienta para guiar los procedimientos con una mayor seguridad y precisión en el manejo de los catéteres, a la vez que proporciona gran cantidad de datos en tiempo real que le ayudan en la toma de decisiones, todo ello repercute en una mayor eficacia, con aumento en el éxito de las intervenciones y disminución de las complicaciones.
El navegador es especialmente útil en las arritmias focales (que tienen su origen en un solo punto y éste debe ser localizado con gran precisión para que la ablación tenga éxito), en muchos casos de Fibrilación auricular, en el Flutter auricular del lado izquierdo, o en las Taquicardias ventriculares.
En cuanto al posoperatorio el doctor precisa que “prácticamente el 100% de nuestros pacientes son tratados con ingresos reglados y protocolizados de 24 a 48h, precisando a continuación un breve periodo de reposo relativo domiciliario. De esta forma la inmensa mayoría de pacientes pueden incorporarse a su vida normal apenas una semana después del procedimiento”.