Es esencial reponer las pérdidas de agua y de sales para mantener un nivel de hidratación adecuado y un buen estado de salud mediante los alimentos y las bebidas. Se calcula que de la cantidad total de agua que requiere el cuerpo, un 20-30% proviene de los alimentos y un 70-80% de las bebidas (de todo tipo, no sólo agua)1,2, pudiendo variar estas cifras significativamente según la alimentación diaria que cada persona escoja.
Papel de las bebidas en la nutrición
- El nombre zumo de fruta debe utilizarse sólo para bebidas que están compuestas en un 100% de zumo de fruta puro y que contienen azúcares propios de la fruta como la sacarosa, la fructosa y la glucosa. Otras bebidas de frutas como el néctar contienen zumo, agua añadida y endulzantes calóricos o edulcorantes bajos en o sin calorías.
- La leche contiene varios nutrientes esenciales, incluyendo calcio, potasio, fósforo, aminoácidos que provienen de sus proteínas, vitamina A, vitamina D, vitamina B12, riboflavina B2 y niacina B3.
- Un refresco es una bebida sin alcohol, que puede ser carbonatada o no, y que contiene aromas, endulzantes calóricos y/o edulcorantes bajos en o sin calorías y otros ingredientes. Normalmente contienen entre un 90% y un 99% de agua.
- Las bebidas con electrolitos o las bebidas para deportistas están diseñadas para reducir el desequilibro de agua, minerales y el energía causado por la práctica de actividad física y el deporte. Estas bebidas contienen pequeñas cantidades de hidratos de carbono (azúcares) y de electrolitos como el sodio y el potasio.
- Las infusiones de hierbas, flores y frutos se preparan con agua y pueden tomarse frías o calientes.