La escuela Joan XXIII de Tarragona ha acogido la décima y última campaña de este 2016 del Programa de salud ocular en la infancia desfavorecida, impulsado por la Fundación IMO por cuarto curso consecutivo. Con el apoyo de Càritas Catalunya, la semana pasada se llevaron a cabo exploraciones a 146 alumnos de este centro y del colegio vecino de Bonavista: por un lado, se realizaron 61 primeras visitas –entre las que se detectaron 15 casos de patología oculta y se ofrecieron 12 nuevos tratamientos– y, por otro, se hicieron 85 controles de seguimiento a niños que ya habían sido atendidos en anteriores rondas del proyecto, confirmándose 22 diagnósticos y 44 indicaciones terapéuticas.
Es la segunda vez este año que el equipo de voluntarios del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) se desplaza a Tarragona, donde acude cada 6 meses para dar cabida a nuevos escolares, así como para valorar la evolución de aquellos con problemas de visión y hacer seguimiento de los que se sospecha que podrían desarrollar alguna patología o defecto visual. Esta actuación periódica se traslada a las otras zonas en situación de vulnerabilidad social en las que se desarrolla el programa, como es el caso de escuelas de Badalona, Nou Barris (Barcelona) y Carabanchel (Madrid), en colaboración con la Obra Social ”la Caixa”, así como de un esplai de L’Hospitalet de Llobregat, donde las campañas llegaron hace dos años de la mano de Càritas Catalunya. De este modo, la Fundación IMO ha realizado 10 campañas de prevención en 2016, con un total de 1.211 revisiones.
Entre las primeras visitas (602), una media del 22% de los niños ha presentado patología oculta que no había sido previamente diagnosticada, aunque, en muchos casos, las señales detectadas por el entorno docente y familiar–como dificultades para ver la pizarra o realizar determinadas tareas escolares– habían encendido la alarma y motivado su incorporación a las campañas. Como ya es habitual, los problemas visuales más comunes han sido los defectos refractivos, con 128 casos (72% de los nuevos diagnósticos), seguidos por la ambliopía u “ojo vago” (14 casos), el estrabismo (11 casos) y la anisometropía (9 casos), junto con otras patologías (15 casos). Fruto de estos resultados, el programa se ha encargado de proporcionar 87 correcciones ópticas (90% de los nuevos tratamientos), 6 oclusiones y 4 tratamientos médicos. A ello hay que añadir las prescripciones resultantes de los controles de seguimiento, en los que se han indicado 125 gafas nuevas y 13 cambios de cristales, 39 oclusiones y 10 tratamientos médicos.
Cuatro años de balance
Tras iniciarse en 2013 en Badalona, el Programa de salud ocular en la infancia desfavorecida no ha dejado de crecer, pasando de las 478 revisiones anuales el primer curso a superar el millar en 2016. Este año se ha consolidado la cultura preventiva en las diferentes áreas a las que se ha ido extendiendo la iniciativa: L’Hospitalet, en 2014, y Nou Barris, Carabanchel y Tarragona, en 2015. A lo largo de 4 años de trayectoria, el Programa ha permitido realizar 3.337 revisiones, con el objetivo de fomentar el diagnóstico precoz de patología ocular entre la infancia en riesgo de exclusión social.