Los avances en la detección precoz y el tratamiento del cáncer han reducido de manera significativa la mortalidad de los pacientes oncológicos. Sin embargo, se sabe que los tratamientos onco-hematológicos triplican el riesgo de eventos cardiovasculares a medio y largo plazo. Tanto es así que hasta un 20% de los pacientes oncológicos tiene que modificar o suspender su tratamiento por complicaciones cardiovasculares. Es uno de los datos expuestos en la mesa ‘Manejo multidisciplinar de largos supervivientes de cáncer’ celebrada en el marco de eCardio18, el II Congreso Virtual de las Sociedad Española de Cardiología (SEC), que se celebra del 12 al 16 de febrero.
Las enfermedades cardiovasculares derivadas de los tratamientos antitumorales complican no sólo el pronóstico cardiovascular, sino también el pronóstico oncológico. Por todo esto, resulta fundamental monitorizar y prevenir la toxicidad cardiovascular desde una perspectiva multidisciplinar.