Además, recordan la función que tiene la homeopatía en el tratamiento de pacientes con cáncer:
- En ningún caso, las sociedades que abogan por una medicina integrativa -y que incluyen la homeopatía en la práctica clínica- han afirmado que esta terapéutica cure patologías como el cáncer. Como profesionales médicos, son conscientes de los enormes riesgos que entraña el abandono de terapias como la quimioterapia o la radioterapia en el paciente oncológico, y es por eso que la homeopatía no se ha ofrecido nunca como terapia única o sustitutiva.
- El uso de la homeopatía en el paciente oncológico persigue mejorar la calidad de vida del paciente y tratar, entre otros, los síntomas asociados a los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia (problemas digestivos, afecciones dermatológicas, sangrados, alucinaciones, dolor…). De esta manera, integrando la homeopatía en el tratamiento como un medicamento complementario, se puede llegar a conseguir una mayor adherencia del paciente, permitiendo que éste sobrelleve mejor los ciclos y pueda concluir la terapia1,2.
- El perfil de seguridad de los medicamentos homeopáticos los hace perfectamente compatibles con los tratamientos empleados en la actualidad en pacientes oncológicos, por lo que no presentan interacciones y facilitan el tratamiento del paciente. - Es necesario que los profesionales de la salud reciban la formación adecuada para que puedan ofrecer al paciente una correcta visión de su enfermedad y de las terapias que tiene a su alcance, sin confundirlo y guiándolo en todo momento hacia el tratamiento o tratamientos que sean más adecuados para su situación.
Todos los puntos recogidos anteriormente ponen una vez más de manifiesto la necesidad de crear sinergias y de avanzar hacia una medicina más integrativa, que sume. Sólo de esta manera podremos dar al paciente la atención médica que merece, y cumplir así con nuestro deber como profesionales de la salud.