“La oncología es una de las áreas de mayor importancia estratégica para la farmacia hospitalaria, dado que está entre las que tienen mayor incorporación de nuevos medicamentos y las necesidades terapéuticas de los pacientes son muy altas y requieren de equipos multidisciplinares bien coordinados en los que el farmacéutico puede y debe desempeñar un papel”. Así lo explica el Dr. Gerardo Cajaraville, farmacéutico oncológico del Grupo Español para el Desarrollo de la Farmacia Oncológica (Gedefo), que junto con el Dr. José Luis Poveda, ex presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), han formado el Comité Científico del Primer Encuentro “La farmacia oncológica en tiempos líquidos” que, con la colaboración de Pierre Fabre, ha reunido en Madrid a jefes de servicio de Farmacia de hospitales de toda España.
Así, tal y como explica el Dr. Poveda “en estos tiempos líquidos, como farmacéuticos de hospital precisamos dar sentido de globalidad a nuestra labor profesional y debemos reflexionar y cimentar en nuevo modelo profesional clínico más cercano a los pacientes y más integrado en los equipos multidisciplinares y podemos aprender mucho de lo realizado en la farmacia oncológica”.
La reunión, que hace referencia en su título al libro del filósofo Zygmunt Bauman, ha tenido como objetivo plantear las estrategias necesarias para garantizar el éxito futuro de la farmacia oncológica.
En ella, se ha puesto de manifiesto que uno de los mayores retos para la farmacia hospitalaria oncológica es, sin duda, la inclusión de la innovación. Este desafío se ha abordado en la mesa “Incorporación de la Innovación Terapéutica/ Sostenibilidad del Sistema”, que ha sido presentada por la Dra. Ana Clopés, adjunta a la dirección general del institut Catalá D’Oncologia y ex vicepresidenta de Gedefo. En ella, se han tratado cuestiones como el reto de la terapia celular, el pago por resultados o la utilización del Big Data.
“La complejidad de los tratamientos aumenta, se incorporan nuevas herramientas terapéuticas como la inmunoterapia, que plantea cambios importantes en el conocimiento, nuevos mecanismos de acción, cambios muy importantes en el perfil de toxicidad y su manejo”, explica el Dr. Cajaraville. A su juicio, “todas estas circunstancias han promovido la necesidad de una formación especializada en este terreno”, señala.
En este sentido, “se hace necesaria una reflexión para establecer cuáles son las bases en las que debe apoyarse el modelo de farmacia hospitalaria oncológica”. El Dr. Cajaraville considera que se deben “establecer prioridades y determinar cuáles son los requisitos de formación, recursos humanos, instalaciones específicas (salas blancas), la automatización de los procesos, tecnologías de seguridad, robotización, trazabilidad, innovación…” Estos aspectos se han abordado en las dos primeras mesas del encuentro, “Estructuras y recursos”, con una introducción a cargo de la Dra. Estela Moreno, del servicio de Farmacia del hospital Sant Pau de Barcelona, y “Modelos de integración de la Farmacia Oncológica en el equipo asistencial”, presentada por la Dra. Irene Mangues, del Servicio de Farmacia del hospital Arnau de Vilanova, en Lleida.
Precisamente la jornada celebrada en Madrid, explica el Dr. Cajaraville, “pretende crear un marco adecuado para que un grupo de destacados jefes de servicio de toda la geografía española trabajen sobre estos temas y establezcan los objetivos concretos y la hoja de ruta para alcanzarlos”. Asegura, además, que las conclusiones de la reunión y el trabajo realizado “puede servir, con las debidas adaptaciones, a otros campos de especialización relacionados con otras patologías, como Infecciosas o Psiquiatría, o estructuras de asistencia, como urgencias o unidades de cuidados intensivos”. De este modo, “podremos ayudar a los jefes de servicio en estos momentos de cambio”.