En este sentido, la doctora María Izquierdo, profesora titular de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, señala que “el cacao natural es muy rico en unos compuestos denominados flavanoles, de la familia de los polifenoles, responsables en parte de los efectos cardiosaludables del cacao. Es interesante destacar que, en concreto, estudios experimentales y epidemiológicos han asociado el consumo de estos compuestos, con una reducción de los niveles de tensión arterial, que es un factor de riesgo muy importante de las enfermedades cardiovasculares”. Respecto a la influencia de la tecnología aplicada, añade: “los procesos químicos, como por ejemplo la alcalinización del cacao, pueden provocar pérdidas en estos compuestos, hasta de un 60%”.
La doctora Margarida Castell, presidenta del II Congreso Internacional del Chocolate y el Cacao en Medicina que se celebrará en Barcelona los días 25 y 26 de septiembre, añade que “la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ya ha reconocido como alegación de salud el papel del cacao en el mantenimiento de la elasticidad de los vasos sanguíneos y, por tanto, útil en la prevención de la hipertensión”.
Por otra parte, distintos estudios médicos también han demostrado que el consumo regular de cacao natural es capaz de elevar el colesterol bueno (HDL) responsable de eliminar el exceso de colesterol malo (LDL). “Merece destacarse que esta propiedad de incrementar el colesterol HDL se debe a un compuesto concreto del cacao, que se llama teobromina, que no se halla por igual en todos los productos derivados del cacao que podemos encontrar en el mercado”, concluye. Estruch.