De acuerdo con la Sociedad Americana de Diabetes, hay dos tipos de ejercicio que mejoran el control de la enfermedad: el ejercicio aeróbico y el entrenamiento de fuerza. Ambos ayudan a que el cuerpo use mejor la insulina y pueden mejorar los niveles de glucosa en sangre. Nadar, montar en bicicleta y correr son algunos deportes aeróbicos recomendados y hacer ejercicio con aparatos o bandas elásticas es aconsejable como entrenamiento de fuerza. Existen actividades que, si bien no son deportes, contribuyen a mantenerse activo como caminar o trabajar en el jardín, las cuales son un buen complemento al ejercicio físico.
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