Como se explica desde el Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN, coordinado por el doctor y neurólogo Carles Gaig, “un buen sueño es importante para un mejor rendimiento físico e intelectual, por lo que el descanso debe ser de calidad y con una duración adecuada”. En este sentido, dormir mal puede derivar en complicaciones endocrinas, metabólicas, psicológicas o psicomotoras, entre otras. Además, en los niños “puede verse alterado su desarrollo cognitivo o emocional, así como otros problemas como obesidad, hiperactividad, impulsividad o bajo rendimiento”, advierte el doctor Gaig.
Para evitar este problema y la frecuencia de los trastornos, neurólogos y expertos de la SEN recomiendan una buena higiene del sueño a través de horarios regulares entre 9 y 10 horas para los más pequeños, siesta breve de 20-30 minutos, ejercicio físico por la mañana o tarde y evitar la cafeína, así como cualquier tipo de distracción lumínica por la noche, como la que genera una utilización abusiva de dispositivos móviles o tablets.