El Colegio de Farmacéuticos de Cádiz ha puesto en marcha una iniciativa pionera a escala nacional que, bajo el acrónimo ERCCA, va a analizar la actuación del farmacéutico comunitario en la detección y seguimiento de las personas con riesgo de enfermedad renal crónica (ERC).
La ERC representa un importante problema de salud pública, ya que el 9,24% de la población adulta (lo que supondría más de 95.000 personas en la provincia de Cádiz) sufre algún grado de esta patología, que se asocia asimismo a una importante morbimortalidad cardiovascular.
Aparte de detectar en la oficina de farmacia pacientes susceptibles de riesgo de ERC, con esta iniciativa también se pretende favorecer el control de la medicación y de los parámetros clínicos de estos pacientes. Junto con el claro beneficio para el paciente que se persigue con esta iniciativa, también se pretende valorar la actuación del farmacéutico en pacientes con función renal disminuida y su repercusión en el pronóstico, control y disminución de la progresión de dicha patología.
La realización del pilotaje de este proyecto (que se prolongará hasta junio de este año y en el que participan 20 farmacias) incluirá distintas fases. La primera, propiamente de detección, se ha desarrollado hasta mitad de febrero y en ella se han captado pacientes con riesgo de ERC a los que poder ofrecerles el servicio. A aquellos que han cumplido los requisitos de inclusión como población diana -mayores de 60 años, con hipertensión arterial o diabetes mellitus no controladas, o con antecedentes familiares de ERC- se les ha determinado el grado de filtrado glomerular y el cociente albumina/creatinina en orina. Con los valores obtenidos, los pacientes se clasifican en tres grupos según el grado de riesgo de ERC: pacientes con riesgo bajo, a los que se les recomienda una revisión anual; pacientes con riesgo moderado-alto, a los que se les ofrece seguimiento farmacoterapéutico; y pacientes con riesgo muy alto, que son derivados al médico. En el caso del seguimiento farmacoterapéutico, comprenderá cinco visitas a la oficina de farmacia. En ellas el farmacéutico controlará los factores de riesgo y facilitará educación sanitaria para el establecimiento de un estilo de vida acorde a las necesidades de cada paciente.
Además de realizarle seguimiento farmacoterapéutico, cuando el paciente participante en este proyecto piloto acuda a la farmacia para solicitar un medicamento de indicación farmacéutica (sin prescripción médica), el farmacéutico le recomendará un fármaco no contraindicado y consultará la dosis en caso de insuficiencia renal, informando al paciente en la entrega del medicamento.
De igual modo, en el caso de la dispensación de un medicamento con receta médica, el farmacéutico verificará si la dosis prescrita es la adecuada en insuficiencia renal. En caso contrario, se le remitirá a su médico.
Con esta iniciativa, el Colegio quiere poner de manifiesto una ocasión más “el alto potencial de la farmacia en materia de salud más allá de la dispensación de medicamentos, constatando los claros beneficios de la apuesta por la farmacia plenamente asistencial”, tal y como señala el presidente de la corporación farmacéutica gaditana, Ernesto Cervilla.
En este sentido, cabe destacar iniciativas de salud precedentes puestas en marcha por este Colegio y que abrían nuevos horizontes a las farmacias más allá de la dispensación de medicamentos. Entre estas propuestas son especialmente reseñables la campaña sanitaria ‘Peso y salud infantil’, que recopiló datos de pesadas efectuadas a más de 3.800 menores con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años y que concluía que el exceso de peso afecta a 1 de cada 3 menores de la provincia de Cádiz; así como la campaña sanitaria ‘Peso y salud en el mayor’, que ha registrado recientemente datos de 2.500 personas, y permitirá hacer una radiografía más representativa del estado nutricional de la población mayor de 65 años.