La pandemia de COVID-19 y el confinamiento ha supuesto un reto para la atención sanitaria de pacientes crónicos. Entre ellos, las personas con diabetes se encuentran entre los pacientes que más consultas no presenciales han realizado y que más se han beneficiado del impulso de la telemedicina. Sin embargo, aún quedan muchos retos pendientes en cuanto a su implantación en España. Por ello, el Center for Research in Healthcare Innovation Management (CRHIM) del IESE, en colaboración con Abbott, ha presentado el estudio “Telemedicina e innovación en Diabetes: Telemedicina de calidad para las personas con diabetes insulinizadas”, un estudio pionero que ha analizado el uso de los sistemas de telemonitorización y atención remota en España, especialmente durante la pandemia. Entre sus conclusiones destacan 15 medidas de impacto, con facilidad de implantación y factibilidad en el tiempo, elaboradas por un comité de expertos.