Ejercicio: 1 hora al día: Se relaciona con un mejor rendimiento escolar y un mejor estado anímico. Previene el sobrepeso y las enfermedades cardiometabólicas en el futuro.Las actividades extraescolares deportivas, los paseos en familia, las actividades al aire libre y reducir las horas de consumo de televisión son formas de aumentar la actividad física de manera divertida y amena.
Sueño: entre 9 y 11 horas diarias: Los niños en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas como mínimo. Está demostrado que una correcta higiene del sueño favorece el aprendizaje, la asimilación de experiencias y el crecimiento.
Alimentación: imprescindible desayunar: Tras los hábitos alimenticios más relajados del verano, es importante volver a controlar de cerca la rutina alimentaria de los niños. En primer lugar, el desayuno es parte clave de la alimentación del niño y debe cubrir el 25% de las necesidades calóricas diarias. Un desayuno completo debe incluir lácteos, cereales y fruta. Si el niño come en el colegio, se debe revisar el menú al comedor escolar para planificar las comidas de casa.
Mochila: nunca más de un 10% del peso del niño: Son recomendables aquellas con correas anchas y acolchadas, y hay que recordar que su peso no debe superar nunca el 10 – 15% del peso corporal.