Los problemas de comportamiento y conductas desafiantes se calcula que afectan a entre el 10 % y el 20 % de los niños españoles en edad escolar. Una situación que conlleva dificultades específicas de aprendizaje como dislexia, desórdenes en el desarrollo del lenguaje, y dispraxia. Los trastornos del comportamiento surgen de una multitud de factores que pueden causar estrés, irritabilidad/agresividad, insomnio y otros problemas que afectan negativamente al rendimiento escolar o dificultan el desarrollo del niño.
El Estudio Época, impulsado por Laboratorios Ordesa, ha reflejado que la suplementación con ácidos grasos Omega-3 es el tratamiento no farmacológico con mayores efectos sobre la salud mental y la calidad de vida de los niños con trastornos de conducta. Los resultados finales de la investigación, en la cual participaron 942 niños de entre 6 y 12 años, han sido publicados recientemente en el Journal of Dietary Supplements.
Los pediatras cuentan con una serie de medidas no farmacológicas para ayudar a los padres a abordar los trastornos de conducta de sus hijos que abarcan tanto tratamientos psicosociales como recomendaciones nutricionales. Estas últimas se sustentan en una serie de estudios que han relacionado los problemas de comportamiento con deficiencias o necesidades aumentadas de ciertos nutrientes, destacando la relevancia de la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3.